Lucha contra el plástico, también es posible reciclar el de las impresoras 3D
2018 es oficialmente el año de la lucha contra el plástico, el que está inundando los mares del mundo y, en algunos casos, matando a las especies animales que lo ingieren. Incluso el torneo de tenis de Grand Slam más famoso y antiguo del mundo ha prohibido las pajitas y bolsas de plástico de un solo uso, ya que solo el año pasado se consumieron 400.000. Esto significa que en Wimbledon aquellos que quieran tomar un cóctel Pim’s tendrán que hacerlo sin la clásica pajita.
Y si en algunos casos es suficiente para desterrar al «monstruo» de nuestro tiempo, en otros simplemente no podemos prescindir de él. Basta pensar en el mundo de la impresión 3D, cuya difusión llega en un momento en el que el planeta está comenzando su batalla.
Sin embargo, los polímeros utilizados en las impresoras tridimensionales siguen siendo difíciles de reciclar, pero no hay que tener miedo. La Universidad de Tecnología y Diseño de Singapur trabaja desde hace tiempo en el estudio de técnicas que permitan la recuperación y reutilización de fotopolímeros utilizados por las impresoras 3D.
Los científicos también están probando otros materiales que pueden adaptarse a la impresión 3D pero sin efectos contaminantes, por lo tanto, dañinos para el medio ambiente. Entre los materiales más «prometedores» se encuentra la celulosa, un compuesto orgánico muy extendido en la naturaleza. La madera, el papel y el cartón, de hecho, contienen celulosa.
Pero no hace falta ir hasta Singapur para descubrir fascinantes ejemplos de economía circular del mundo de la impresión 3D. En Turín, por ejemplo, entre los pupitres de la Universidad, nació una idea que no se quedó así sino que se convirtió en un proyecto destinado a reutilizar el plástico en la impresión 3D.
Tres antiguos alumnos, Fabrizio Mesiano, Fabrizio Pasquero y Alessandro Severini dieron vida en 2014 a la start-up «Felfil«. Felfil es un extrusor de filamento para impresoras 3D, gracias al cual es posible preparar filamento en casa a partir de gránulos de plástico o residuos de impresión.
Se trata de una tecnología que permite no sólo fabricar filamentos de diferentes colores y materiales cada día, con total autonomía, y ahorrar un 80% en el coste de las bobinas, sino también contribuir, aunque sólo sea en una pequeña parte, a proteger el medio ambiente.
Gracias a la sensibilidad y previsión de nuestro CEO Fabio Cecaro, en VMEngine también hemos optado por ser respetuosos con el medio ambiente, empezando por pequeños gestos como decir adiós al plástico de un solo uso, empezando por las botellas. Nos encanta el mar y los rayos de sol y sal se filtran por nuestras ventanas y ponemos el agua dentro de nuestro termo VMEngine.
¿Por qué usar botellas desechables si una botella de agua es «para siempre»?